La
agricultura orgánica es un sistema que promueve la
obtención de alimentos, fibras y madera desde
un punto de vista ambiental , económico y social, más
sano y sostenible, ya que evita el uso
de fertilizantes sintéticos , pesticidas y fármacos
químicos.
En esta práctica, la
fertilidad de la tierra es
la clave del éxito. Su manejo se
realiza en asociación con las
propiedades naturales delas
plantas, los hombres de campo, los animales y otros elementos del
entorno.
En la
Isla existe un alto potencial técnico que
asegura el desarrollo de la agricultura orgánica. Luego de
un reordenamiento agrario y social del campo cubano,
la utilización de técnicas de conservación para los
suelos avanza, combinando las
mejores tradiciones agrícolas de los campesinos y lo más
actual en el
uso de biofertilizantes y biopesticidas. Por
el arduo trabajo que conllevan las producciones ecológicas, este
es considerado un camino largo para las exportaciones, aunque
prometedor. Ya sea porque toma
fuerza como
nutrición bien pensada, o como parte de una
moda, el valor mundial de este comercio alcanza
tasas de incrementos anuales del 20 al 30 por ciento, y el
futuro es aún más promisorio. En los
alimentos para bebés dicho consumo gana auge porque
aseguran los especialistas que, además de prevenir
daños en el sistema digestivo y nervioso, evita alergias.
Hasta la fecha varias producciones cubanas están
certificadas por los Servicios Internacionales de Inspectores: el
azucar de la empresa Carlos Baliño, de Villa Clara, así como el
café, la miel de abejas y el jugo de toronja de algunas provincias
orientales. Además, hay
condiciones para
avanzar en renglones como plantas medicinales y otras frutas. "Desde
hace tres años iniciamos
este camino, y estamos trabajando en
la fruta orgánica de Baracoa, Guantánamo,
y de Cumanayagua, en Cienfuegos", dice Jorge Ramiro
Novoa, director general de Cítricos
Caribe S.A. "Estas producciones requieren
estar libres de fertilizantes y pesticidas químicos
en no menos de tres años, por eso llevamos una vigilancia
rigurosa en los campos, lugares de acopio
y el transporte".
La apicultura orgánica , sometida a estrictas normas
internacionales y del país, radica en el macizo montañoso
de Guantánamo
, Santiago de Cuba y Granma,donde las
abejas encuentran diversidad
de flores y condiciones geoclimáticas adecuadas.
Con el café, la labor ha sido compleja: tras
sufrir la depresión económica de los años noventa y estar
afectados por los bajos precios en el mercado mundial , los caficulturos realizan
una estrategia de producción dirigida hacia el pequeño nicho
que las cosechas orgánicas del grano
tienen en el mercado.
Ya en Imías , Guantánamo, la agencia certificadora alemana
BCS OKO GARANTIE , realizó inspecciones y otorgó un certificado
Master por 250 toneladas de café ecológico, que se
exporta hacia países europeos. Con
los ojos puestos en un futuro no muy lejano, el
Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de
la Universidad de Las Villas realiza un grupo de
actividades científicas, unido a los
hombres de campo: "Tenemos un proyecto de colaboración
internacional encaminado a desarrollar estas producciones
en la región central del país, yesperamos
que la actividad crezca", dice el director, Andrés
Castro.
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica
(IFOAM), organismo que cuenta con más de 700 asociaciones
de este tipo en el orbe, visitó la Isla en 2003 para celebrar
su Junta Mundial y reconoció el
notable empleo de esta práctica aquí.
Hoy la agricultura ecológica es empleada por más de 120 países
, y en
varios de los europeos ocupa grandes extensiones de tierra. El mayor número
de fincas con producciones certificadas lo posee Italia: más de 60
mil hectáreas. Australia, tiene las
más extensa área convertida al sistema, con unos 7,6
millones de hectáreas
orgánicas legitimadas. En Europa y América esta actividad se
desarrolla en producciones de trigo, papa , maíz y soya, así como
de frutas, vegetales y carnes.
Cientos de miles de agricultores de países en vías de desarrollo
también realizan siembras orgánicas. A
pesar de que el 95 por ciento de sus cosechas son exportadas hacia
las naciones desarrolladas, la competencia no
les resulta fácil frente a los productores europeos y,
peor aún, muy pocos gobiernos les respaldan ante el elevado
costo de la certificación de esos cultivos.
[tomado de Bohemia, 21 de enero de 2005. Año 97. No. 2, pags 16-17.]